Un planeta enano es un cuerpo celeste que cumple las siguientes condiciones: (a) orbita alrededor del Sol; (b) posee suficiente masa como para que su propia gravedad domine las fuerzas presentes como cuerpo rígido, lo que implica una forma aproximadamente redondeada determinada por el equilibrio hidrostático; (c) no ha limpiado su órbita de otros objetos; (d) no es un satélite de un planeta. Así, Plutón (descubierto en el año 1930 por C. Tombaugh), Ceres (el primer asteroide, hallado en el año 1801 por G. Piazzi) y Eris (o Éride, identificado en 2005 por M. Brown) pasan a ser planetas enanos. En particular, Plutón pierde su estatus como planeta debido a que no cumple una de las características que sí presentan los ocho planetas del Sistema Solar: no es el objeto dominante en su región del espacio o, dicho de otro modo, no ha logrado barrer su órbita, sino que comparte la zona con multitud de otros objetos del mismo tipo, los cuerpos que conforman el cinturón de objetos transneptunianos.
Plutón se ha convertido en el prototipo de los plutoides, que consistirían en aquellos planetas enanos (por tanto, de características análogas a las de Plutón) localizados más allá de la órbita del planeta Neptuno (cuya distancia es unas 30 veces la que separa a la Tierra del Sol, o 30 unidades astronómicas). Así, los plutoides son planetas enanos transneptunianos. Por tanto, Ceres, situado en el cinturón de asteroides (unas 2.8 au), no entraría dentro de esta categoría.
Actualmente solo Plutón, Eris, Makemake y Haumea son considerados oficialmente plutoides. En principio, todo objeto transneptuniano que tenga un diámetro aproximado de unos 800 km es candidato a ser considerado un plutoide y se le asignará un nombre como si lo fuera. Se espera que más plutoides reciban nombres a medida q
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